El Modelo de Valoración Automatizada (AVM, por sus siglas en inglés, Automated Valuation Model) consiste en la valoración masiva de carteras de activos por medio del algoritmo de valoración propio de IV. Este servicio es procesado en su totalidad por SMARTA, el sistema encargado del procesamiento, análisis y representación de datos propio de la sociedad basado en el big data y la inteligencia artificial.

En el servicio de AVM se distinguen dos fases, pre y post valoración.
La primera de ellas consta del proceso de normalización y enriquecimiento de la información de origen aportada por el cliente, y su posterior geolocalización. La fase de post valoración encierra la valoración en si misma de los activos localizados, y el análisis de los activos que a pesar de haber sido localizados no han podido ser valorados. Las causas que dificultan la valoración de un activo versan en sus características relativas al tipo de activo y superficie, que hacen que el activo no sea susceptible de producción repetida, o su localización, si se encuentra ubicado en una zona donde la información de mercado es insuficiente.

En el caso concreto del proceso AVM dirigido a las entidades de crédito, IV sigue las indicaciones expuestas por el Banco de España en la Guía sobre la utilización de modelos automatizados de valoración por parte de las sociedades de tasación inscritas en los registros de la entidad para la valoración de inmuebles que constituyen garantías hipotecarias y adjudicados, de acuerdo con lo previsto en el anejo 9 de la Circular 4/2017, de 27 de noviembre, sobre normas de información financiera pública y reservada, y modelos de estados financieros.